domingo, 13 de octubre de 2013

Jeff "The Killer": El origen

Si bien, queridos lectores de Miedo Magazine, os tengo acostumbrados a ofreceros historias de vampiros, espíritus, hombres lobo, muertos vivientes o incluso demonios, nunca antes hablé sobre algo muy típico del género de terror: los asesinos en serie. Es cierto que el cine nos ha dado personajes eternos como Freddy, Chucky o Jason. Sin embargo, debo decir que a mi juicio hay uno que, nacido del inmenso mundo de internet, se lleva la palma. Os hablo de un personaje que, según muchos creen, se dedicaba a matar a todos aquellos que lo maltrataban hasta que un día, un accidente con ácido le deformó la cara, dejándolo en el estado en que se le conoce actualmente. Todo eso es falso. Para mí, éste oscuro personaje, me cae simpático no por su deformado rostro (como en el caso de Freddy Krueger), su sobrenombre más bien poco original comparado por ejemplo con el de "El muñeco diabólico" ni por su forma de matar, que más bien resulta típica, sino por lo siniestro de su origen, y porque, a diferencia de por ejemplo Jason Voorhees, no tiene un pasado traumatico, sino que, más bien, fueron las circunstancias de la vida la que convirtieron al por aquel entonces muchacho tímido que era en el sádico asesino que todos conocen hoy en internet. Por supuesto, les hablo ni más ni menos que de Jeff "The Killer" o Jeff "El asesino", y éste del que les voy a hablar, es su origen. Una nueva familia había llegado al barrio, Peter, el cabeza de familia, había conseguido un ascenso en su trabajo y había decidido llevar a vivir a su mujer, Margaret, y a sus dos hijos, Jeff y Liu, a una de esas casas de ensueño. Los niños no podían quejarse, pues allí tendrían todo cuanto habían podido desear, y estaban ansiosos por instalarse. Mientras terminaban de mover sus maletas, una mujer,que tenía situada su casa frente a la familia, se les acercó y muy cordialmente se presentó a Margaret, dándole la bienvenida al barrio y aprovechando para invitar a Jeff y Liu al cumpleaños de su hijo, que se celebraría el viernes de aquella misma semana. Margaret aceptó encantada la invitación, pensando que sería un buen momento para que sus hijos empezaran a hacer nuevas amistades, sin embargo, Jeff no compartía esa opinión, y recriminó a su madre haber aceptado sin consultarle, pues aunque su hermano Liu aún era pequeño (unos 10 años) él ya no era ningún crío para ir a ninguna fiesta de cumpleaños con niños. Su madre le dice que debe ir, alegando que así sus nuevos vecinos verán que son buena gente, y Jeff, aunque intenta protestar, sabe que es en vano, pues cuando su madre decide algo, es definitivo, así pues, se marcha a su habitación y se echa en la que sería su cama, cuando de pronto, siente un ligero dolor en su pecho, similar a un pinchazo, aunque en principio lo ignora pensando que simplemente es cansancio por el largo viaje, quedándose finalmente dormido. Al día siguiente, Jeff se levanta, se viste y baja a desayunar. Mientras desayunaba, volvió a sentir el mismo pinchazo de la noche anterior, solo que, ésa vez, fue más fuerte que la de la noche, aunque lo ignora convenciéndose a sí mismo que está nervioso por empezar el curso en una nueva escuela. Una vez terminó de desayunar, el y su hermano Liu salen de casa y se disponen a esperar el autobús, cuando de pronto, un chico de aproximádamente 12 años (un año menor que Jeff) con aspecto punk que pasaba en skate pasó frente a ellos, haciéndolos saltar de la sorpresa. Entonces, el chico se detuvo, agarró su skate y se volvió hacia Jeff y Liu. El chico se presentó como Randy, e iba acompañado por dos chicos más, uno muy delgado y otro enorme, y dijo que todo chico nuevo del barrio tenía que pagar un precio por su seguridad. Liu se puso en pié y preparó sus puños dispuesto a pelear, pero en ese momento, uno de los compañeros de Randy le lanzó una navaja, y éste se la mostró a Liu para, acto seguido, quitarle la cartera de su bolsillo. Al ver aquello, Jeff volvió a tener la mísma sensación que tuvo durante el desayuno, solo que ésta vez era realmente fuerte, como si le ardiera el pecho. Jeff se puso en pié, sin hacer caso a la petición de Liu de que no se moviera, y amenazó a Randy con que se las vería con él si no devolvía la cartera a su hermano. Entonces, Randy guarda la cartera de Liu en su bolsillo y trata de atacar a Jeff, pero éste, rápidamente se defiende, agarrando y rompiendo la muñeca de Randy, que deja caer la navaja al suelo y grita de dolor. Los chicos que acompañaban a Randy trataron de huir al ver aquello, pero Jeff agarra la navaja y corre tras ellos, alcanzándolos. De un golpe tumba a uno de ellos y lo apuñala en un brazo. El chico se quita la navaja y cae al suelo gritando, mientras Jeff persigue al chico restante, al cual alcanza poco después y comienza a golpearlo con todas sus fuerzas en el estómago, haciendo que el chico vomite todo a medida que cae al suelo. Liu no sabía que decir, y trató de pensar que su hermano había atacado a unos niños malos, pero Jeff sabía que no fue sólo eso, sino que, en su interior, se sentía bien, y no le gustó nada aquella sensación de felicidad, aunque poco a poco fue desapareciendo y no volvió a sentirla en todo el día. Al volver de la escuela, Jeff vió como unos agentes de policía hablaban con su madre, la cual recriminó a Jeff que había atacado a unos niños,y Jeff, avergonzado, admitió la culpa. Cuando los agentes se disponían a llevárselo, Liu apareció de la nada, con un cuchillo de cocina en mano, alegando que Jeff solo quería protegerlo y que el verdadero culpable fue él, siendo Liu quien finalmente fue apresado y condenado a un año de prisión, a pesar de las protestas de Jeff, quien sabía que el único culpable no era su hermano, sino él. Pasan los días, Jeff solo llora en su cuarto de tristeza y culpabilidad, pues sus padres están decepcionados y no hay noticias de Liu. Finalmente, llega el Viernes, y la madre de Jeff le pide que se vista para ir al cumpleaños del hijo de la vecina, pues no puede dejar que la amarga experiencia de Liu ahogue a la familia. Jeff intenta protestar, pero es en vano, así que se viste con unos pantalones negros y una sudadera blanca y baja las escaleras, a regañadientes, y es llevado por su madre al lugar del cumpleaños. Una vez allí, los adultos se quedan hablando sobre sus cosas mientras Jeff se sienta a ver como los invitados juegan a indios y vaqueros con pistolas de agua. Entonces, uno de los niños se acerca a Jeff y le ofrece una pistola y un sombrero, y aunque éste se niega a participar en un juego de críos, finalmente lo convencen y acaba pasándolo bien, olvidándose durante un rato de sus problemas familiares. Cuando mejor lo están pasando, de la nada aparecen Randy y sus dos seguidores, que golpean por la espalda a Jeff, asustando a los otros niños, que corren llorando a buscar a sus respectivos padres. Randy golpea a Jeff, pero éste se defiende muy bien, sujetándolo de las orejas y dándole fuertes cabezazos. Los chicos que acompañaban a Randy sacan pistolas para mantener alejados a los otros niños y los adultos, que contemplaban la escena. Entonces, Randy apuñala a Jeff en el hombro con su navaja y éste, dolorido y lleno de odio, se agacha y le retuerce el tobillo, haciéndolo caer. Uno de los chicos, el de aspecto fuerte, ayuda a Randy sujetando a Jeff del cuello y pateándolo varias veces hasta que éste empieza a toser sangre. La pelea se lleva hacia la cocina, donde Randy rompe una botella de Vodka en la cabeza de Jeff, gritándole y recordándole que por su culpa Liu pasará un año entero en prisión.Entonces, Jeff mira a Randy y se levanta, lleno de odio hacia él. En ese momento algo sucede dentro de Jeff. Su mente se destruye, todo pensamiento racional se ha ido, todo lo que puede hacer es matar, por lo que agarra a Randy y lo tira hacia el suelo, se pone encima de él y lo golpea directamente en el corazón. El brutal golpe hace que el corazón de Randy se pare y éste empieza a jadear mientras intenta tomar aire. Jeff toma un martillo que se encontraba cerca, y golpe tras golpe, acaba con Randy, la sangre brota de su cuerpo, hasta que toma un último aliento, y muere. Todo el mundo está mirando a Jeff ahora. Los padres, los niños llorando, incluso los dos chicos que acompañaban a Randy. A pesar de que se rompen fácilmente con su mirada, deciden apuntar sus armas hacia Jeff. Al verse encañonado, Jeff sube las escaleras del piso, evitando cada uno de los disparos de los chicos, que lo persiguen armados con navajas. Jeff llega a un baño, se encierra en él y, al oír los pasos de sus perseguidores, arranca el estante de la tolla y se dispone a defenderse. Cuando uno de los chicos, el grandote, entra en el baño, trata de apuñalar a Jeff, pero éste lo esquiva y golpea la cara de su atacante con el estante con tanta fuerza que lo deja caer al suelo, matándolo instantáneamente. El último chico era más ágil que el anterior, y evitando los golpes de Jeff, agarró la navaja de su amigo y la usó como distracción para lanzar Jeff contra la pared, haciendo que un recipiente con lejía les cayera a ambos en los ojos. Ambos chicos se separaron y gritaron por el dolor, pero Jeff se secó los ojos como pudo y golpeó la cabeza del chico que quedaba con el estante, el cual, mientras se desangraba en el suelo, sonrió. Jeff preguntó de que reía y el chico respondió de que él estaba cubierto de lejía y alcohol, sacó un mechero y prendió fuego a Jeff, haciendo que el alcohol del Vodka le quemara y que la lejía le blanqueara el rostro. Jeff gritó de dolor y en vano trató de extinguir le fuego de su rostro, corriendo fuera del baño y cayendo por las escaleras. Lo último que vio fue a su madre y los otros padres tratando de apagar las llamas que lo consumían antes de quedar inconsciente. Cando Jeff despertó tenía yeso alrededor de su rostro, no podía ver nada, aunque escuchó a su madre cerca de él hablando con quien según podía oír era un médico. Margaret, la madre de Jeff, le dijo que todos sabían lo ocurrido y que Liu sería puesto en libertad al día siguiente, para alegría de Jeff, que pensó que por fin todo había terminado. Pasó dos semanas hospitalizado, su familia estuvo visitándolo durante ese tiempo, hasta el día en que le quitaron los vendajes y el yeso de su rostro. Al ver el rostro de Jeff, su madre gritó horrorizada, y éste pudo ver el gesto de terror en su hermano y su padre, así que corrió hacia un baño y se miró a un espejo, llevándose las manos a su rostro ante aquella visión. Sus labios se quemaron por completo, dejando visible sus dientes y encías. su rostro tenía un color blanco puro y su pelo castaño se había chamuscado adquiriendo un color negro. Jeff palpó su rostro con sus dedos...se sentía como si fuera cuero. Liu trató de animarle diciéndole que "no estaba tan mal", pero, para sus sorpresa, Jeff respondió entre carcajadas que estaba perfecto y que aquel rostro combinaba a la perfección con él, para sorpresa de sus padres y su hermano. ¿El porqué de aquel comportamiento?, simple, como recordarán,durante la pelea con Randy y sus matones, el ardor de su pecho fué tan fuerte que la cordura, la razón de Jeff se rompió por completo, dejándolo como una máquina de matar demente, sin embargo, eso era algo que sus padres desconocían. Finalmente, Jeff fue dado de alta y llevado a su casa, con la condición médica de que, si sus padres notaban algo extraño en él, volvieran a visitar al médico la semana siguiente. Sin embargo, esa noche, Margaret se despertó sobresaltada por un extraño ruido que provenía del cuarto de baño, y, al ir a comprobar que había ocasionado aquel ruido, hizo un terrible descubrimiento. Allí estaba Jeff, cubierto de sangra y mirándose al espejo. Había tomado un cuchillo carnicero y se había tallado una sonrisa en las mejillas, alegando que le dolía el rostro si lo mantenía sonriente y que así podría sonreír para siempre,además, con la excusa de que sus ojos se le cansaban y se cerraban, impidiéndole ver su rostro, así que se quemó los párpados, dándole a su mirada un terrible aspecto. Margaret retrocedió lentamente, y cuando Jeff le preguntó a dónde iba y porqué no se quedaba a contemplar lo hermoso que era, ésta le respondió que iría a avisar a su padre para poder contemplarlo entre los dos. Entonces, Margaret corrió a la habitación y despertó a su marido suplicándole que cogiera el arma...hasta que vio a Jeff mirándola, parado frente a la puerta de la habitación con el cuchillo de cocina en la mano aún. Jeff miró a su madre y dijo con voz dolida: "Mami, me mentíste." Eso es lo último que dijo Jeff, antes de correr hacia ellos sólo para descuartizarlos. Su hermano Liu se despertó sobresaltado por un ruido. No oyó nada más, por lo que cerró los ojos y trató de volver a dormir. Cuando estaba en la frontera del sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo estaba observando. Miró hacia arriba, pero antes de poder decir algo, la mano de Jeff cubrió su boca. Poco a poco, Jeff levantó el cuchillo listo para acabar con su hermano pequeño. Liu lucho constantemente para no ser presa de Jeff, pero fue en vano. "Shhhhhhh", dijo Jeff: "Sólo tienes que ir a dormir."

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